Tara y su papel en el Budismo

El actual Dalai Lama ha mencionado que hay un tipo de movimiento feminista vinculado a la diosa Tara. Según la tradición, después de desarrollar la bodichita —ese profundo deseo de alcanzar la iluminación para ayudar a todos los seres—, Tara se dio cuenta de que muy pocas mujeres lograban la budeidad.

Ante esto, tomó una decisión firme: hacer el voto de recorrer todo su camino espiritual como mujer. En cada una de sus vidas futuras, renacería siempre como mujer y, cuando finalmente alcanzara la iluminación suprema, también lo haría en una forma femenina.

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Tara en los centros budistas

Si alguna vez has visitado un centro budista, seguro que te has encontrado con la imagen de Tara en alguna de sus formas: la Verde, la Blanca, la Negra, la Amarilla… Cada una tiene un significado especial.

Tara en el hinduismo y en el budismo

Antes de sumergirnos en su papel en el budismo, es importante saber que esta deidad también existe en el hinduismo. Aunque comparten el mismo nombre, su significado y la forma en que es venerada son distintos en cada tradición.

Sin embargo, en ambas representa la energía femenina divina que guía a los seres en su camino hacia la iluminación. En el hinduismo, es una de las Mahavidyas; en el budismo, es la madre de la compasión. Pero en esencia, su propósito es el mismo: ofrecer ayuda, protección y sabiduría a quienes la invoquen.

Mayadivyas

Tara en el Budismo Vajrayana

Hoy vamos a hablar de la Tara Budista, una de las deidades femeninas más importantes dentro del budismo Vajrayana.

Las corrientes del Budismo

Para entender mejor su papel, primero hay que saber que existen dos grandes corrientes en el budismo: el Theravada y el Mahayana. El Vajrayana forma parte del Mahayana, pero utiliza métodos distintos, más esotéricos y simbólicos. También se le conoce como budismo tántrico.

Dentro de esta tradición, Tara ocupa un lugar central como guía y protectora en el camino espiritual. Más que una deidad, es considerada una Bodhisattva y, dentro del budismo Vajrayana, se le reconoce como un Buda completamente iluminado.

Las manifestaciones

Independientemente de si Tara es clasificada como una deidad, un buda o una bodhisattva, la verdad es que tiene muchas formas o manifestaciones, cada una representando diferentes aspectos de la virtud budista.

Manifestaciones Tara

Las 21 manifestaciones de Tara

Quizá la más conocida sea la Tara Verde. Existen las llamadas 21 manifestaciones de Tara, cada una de ellas encarnando cualidades distintas: algunas son pacificadoras, otras cautivadoras y otras coléricas. Se representan con distintos colores o sosteniendo diversos instrumentos.

Hay un texto muy importante llamado «Alabanzas a las Veintiún Taras», que se recita para invocar la bendición y protección de estas manifestaciones.

Tara Blanca

Su simbología

Si te fijas en la imagen de Tara, siempre la verás con su pierna derecha ligeramente extendida, como si estuviera lista para levantarse en cualquier momento y acudir en ayuda de quien lo necesite.

Esto nos enseña algo muy importante: la compasión no es solo un sentimiento, sino una acción. No basta con desear el bien a los demás, hay que actuar para aliviar el sufrimiento aquí y ahora. El mensaje de esta bodhisattva es claro: el camino espiritual no consiste solo en reflexionar, sino en actuar con compasión y superar los obstáculos que encontramos en el camino.

El origen de Tara en el Budismo

¿Cuándo surgió?

El culto a Tara empezó a ganar popularidad en la India alrededor del siglo VI y se la veía como una manifestación de la compasión del Bodhisattva Avalokitésvara.

Sin embargo, su origen no está del todo claro. Algunos sugieren que podría haber surgido como una forma de la diosa hindú Durga, ya que también es venerada como una de las diez Mahavidyas en el Shaktismo hindú.

En el budismo, Tara se presenta como la Madre de los Budas o Prajñaparamita. Su devoción creció en el norte de la India y se extendió a otros lugares como Nepal, Sri Lanka, Indonesia y, por supuesto, al Tíbet.

Tara y Avalokiteshvara

Mitos sobre el origen de Tara

Existen varios mitos sobre su origen, y uno de los más conocidos cuenta que ella nació de las lágrimas compasivas de Avalokiteshvara.

Según la leyenda, él lloró al ver tanto sufrimiento en el samsara, y de esas lágrimas surgió una flor de loto, de la cual nació Tara. En su iconografía, la Verde suele aparecer con una flor de loto en su mano izquierda.

Princesa India

La historia de la joven princesa

Hace mucho tiempo, existía una joven princesa que vivía en un mundo muy distinto al nuestro. Durante millones de años, ella hacía ofrendas a Buda. Un día recibió un consejo especial sobre la bodichita, esa motivación de alcanzar la iluminación para ayudar a todos los seres atrapados en el samsara.

Después de recibir este consejo, algunos monjes se acercaron a ella y le sugirieron que, dado su nivel de logro, debería orar para renacer como hombre y así seguir avanzando. Pero ella les respondió que solo los «mundanos de mente débil» ven el género como un obstáculo para alcanzar la iluminación.

Les mencionó que, lamentablemente, son pocas las figuras femeninas que realmente contribuyen al bienestar de los seres sensibles. Así que decidió renacer siempre como una bodhisattva femenina, hasta que el samsara se acabe y todos los seres se hayan iluminado.

Esta historia, sin duda, ha sido muy inspiradora para las mujeres budistas. La figura de Tara jugó un papel clave en acercar a muchas mujeres al Budismo Mahayana, promoviendo una visión más inclusiva, incluso en la India del siglo VI.

Mujeres Tibet

El mantra de Tara y su significado espiritual

Para conectarnos con la energía de Tara se usa el conocido mantra:

Oṃ Tāre Tu Tāre Ture Soha

Con él no solo invocamos su presencia, sino que también despertamos nuestra propia compasión e iluminación, y eso nos guía hacia un profundo proceso de transformación.

Tara significa estrella, esa estrella que muestra el camino a aquellos que se han perdido, tanto en este mundo como en el mundo espiritual. Así que vamos a dejar que este mantra nos guíe…